Piden juzgar al acusado de violar a una chica en un container del Centro

El fiscal que investigó el brutal ataque sexual contra una chica de 22 años en un container en pleno centro de La Plata pidió en las últimas horas que el caso sea elevado a juicio ante un Tribunal Oral Criminal o en un juicio por jurados, confirmaron fuentes judiciales.

El planteo lo formuló el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta en la causa que tiene como imputado a Pablo Alberto Rodríguez, un hombre de 49 años que en el momento en que ocurrió este hecho -hace 8 meses- se ganaba la vida como “trapito”.

Lo complican testimonios, circunstancias y filmaciones de cámaras de monitoreo que registraron su paso hacia y desde el lugar del ataque, aunque la prueba más contundente es la identificación indubitable que la propia víctima hizo de él en una rueda de sospechosos.

Enfrenta cargos por “abuso sexual con acceso carnal”, si bien el resultado de la agresión pudo ser todavía más extremo, a juzgar por las heridas que sufrió la chica aquel día.

“Me ahorcaba para desmayarme”

Según figura en el pedido de elevación a juicio, el episodio sucedió en la madrugada del sábado 1 de febrero de este año en un container de diagonal 74 entre 45 y 46, donde un hombre que para la fiscalía es Rodríguez, golpeó, amenazó e intento asfixiar a la víctima, además de abusar sexualmente de ella.

Un poco antes la chica había estado junto a su pareja y un amigo de ambos en un pub de 45 entre 8 y 9. Mientras permanecía en la vereda del local advirtió que le habían robado su cartera.

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Pidió ayuda para dar con los ladrones (habrían sido tres jóvenes) y finalmente encontró el bolso en la calle. Junto a su novio decidieron ir hacia su casa en La Loma, pero al llegar notó que las llaves no estaban en su cartera, por lo cual decidió volver sola y caminando al punto del robo. Una vez en el área de 8 y diagonal 74 comenzó a revisar por todos lados, con el dato de que los ladrones habían arrojado sus llaves a la basura. En ese contexto, se cruzó con un hombre que se ofreció a ayudarla, pero en el mismo instante en que ella se asomó al container este sujeto le cayó encima con toda su fuerza.

“Es un recipiente grande, con una tapa en la parte superior y una puerta al costado, que sirve para sacar las bolsas. Por allí, habría metido a la chica”, explicó un investigador.

Ella misma contó que el atacante la golpeó en el rostro y le apretó el cuello con la intención de producirle un desmayo, que ella intentaba zafarse para salir del lugar, “pero este hombre era más fuerte, me pegaba, y en un momento dado me bajó los pantalones”.

A partir de determinado momento ya no recuerda qué pasó, aunque sí que estuvo a punto de desmayarse por la intensidad del dolor.

El informe médico dio cuenta de la gravedad de las heridas que sufrió, como hematomas en ambos ojos, los labios, excoriaciones en el cuello, los antebrazos, piernas y muslos, además de las lesiones propias de una violación y hasta un diente fisurado.

Tras la agresión, el sujeto escapó por 46 en dirección hacia 6 y desde allí hasta 5 y 44, donde se lo perdió de vista. En medio de una crisis nerviosa la joven pidió ayuda en un kiosco de diagonal 74 y 46, desde donde llamaron a la policía y más tarde la trasladaron a un hospital, para que la asistieran.

Bajo las órdenes del fiscal, los investigadores visualizaron alrededor de 200 horas de grabaciones buscando al hombre que esa madrugada pasó por la esquina de 8 y diagonal 74 unos segundos después de que se observara a la víctima buscando sus llaves en los cestos de la cuadra.

Supieron que solía deambular por el microcentro y la zona del Hospital San Martín, haciendo de cuida coches, lavándolos o limpiando vidrios. Lo detuvieron. Y la víctima lo reconoció en rueda de personas. Al momento de su aprehensión, se destaca en el pedido de elevación a juicio, el acusado “portaba ropa interior femenina que fue secuestrada en el marco de la causa e intentó descartar al momento de ir al baño arrojándola en el cesto de la basura de la comisaría, lo que da cuenta de la personalidad del imputado y de su accionar”, destacó Condomí Alcorta.

El container, situado en diagonal 74 entre 45 y 46, tiene una tapa arriba y una puerta al costado