

Koji Yakusho, protagonista de la delicada “Días perfectos”, que llega mañana a los cines locales
Las escuelas privadas aseguran no poder cubrir los cargos docentes
En fotos y video | Los fieles de la Rosa Mística expresaron su fe en las calles de La Plata
Detienen a un policía en La Plata: dormido al volante y alcoholizado, intentó darse a la fuga
Pese al rechazo mayoritario, Verón insiste con el regreso de Marcos Rojo para reforzar al equipo
Con golazos de Colidio, Salas y Borja, River le ganó con autoridad a Platense
El plan de los tres pasos de Javier Milei tras la derrota: veto, justicia y negociación
El Chiqui Tapia le hizo una donación a un club de La Plata víctima de la inseguridad
“Imposible pasar”: una cuadra de Villa Elvira en estado intransitable
Mauricio Macri y Donald Trump se reencontraron en la final del Mundial de Clubes
Boqueteros al acecho: qué se sabe del intento de robo en el Banco Nación de La Plata
Marcelo Polino defendió a la China Suárez y cuestionó a Wanda Nara en la mesa de Mirtha Legrand
El histórico exintendente del Conurbano se suma a Somos Buenos Aires
Elecciones en Provincia: se aceleran las negociaciones para definir los candidatos
Detienen a un candidato de LLA de Chubut denunciado por un diputado del mismo partido
"¿Qué estás esperando?": el mensaje de un ex jugador de Gimnasia a la dirigencia tras la derrota
FOTOS. Salió el sol en La Plata y la gente se volcó a los parques y plazas
Desde este lunes, anticipan corte total de tránsito sobre diagonal 74 y piden evitar la zona
Jannik Sinner venció a Carlos Alcaraz y se convirtió en el primer italiano en ganar Wimbledon
Javier Milei desayunó con Patricia Bullrich en la quinta de Olivos con la mira en las elecciones
Paula Chaves rompió el silencio sobre la separación de Nico Vázquez y Gimena Accardi
El miércoles aumenta el micro: cuánto costará viajar desde La Plata a Capital Federal
El lujoso yate del empresario José Luis Manzano se incendió en la Riviera Francesa
ABSA advirtió que podría faltar agua en algunos sectores de Ensenada por tareas de reparación
El Chelsea de Enzo Fernández goleó 3 a 0 al PSG y salió campeón del Mundial de Clubes
Cada vez más platenses eligen depositar las cenizas de sus muertos en cinerarios
Inundaciones en Texas: se eleva a 129 el número de víctimas fatales
¿Se quedó sin frenos? Un flete a "fondo" en una vereda de La Plata y un poste que evitó una tragedia
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Wim Wenders cuenta el día a día de un hombre que limpia baños en Tokio. Una oda a lo simple y un canto contra el acelerado siglo XXI
Koji Yakusho, protagonista de la delicada “Días perfectos”, que llega mañana a los cines locales
Pedro Garay
pgaray@eldia.com
En medio de Tokio, entre 14 millones de personas apuradas, un hombre limpia baños públicos con la dedicación y la delicadeza de un artesano, con una serenidad inhumana para estos días de ataques de pánico. Invisible, casi literalmente: los usuarios de los baños, en general, ni lo miran, con desdén, quizás con vergüenza. Él, Hirayama, el protagonista de “Días perfectos”, la última película de Wim Wenders, prosigue su trabajo sin inmutarse ante estas violencias cotidianas.
La película, en salas locales y en la plataforma Mubi, trata, sí, sobre un hombre que limpia baños: el director de “Paris, Texas” y “Las alas del deseo” fue convocado para realizar una serie de cortos documentales sobre la arquitectura de los baños públicos de Tokio, ubicados en diversos parques y cada cual construido en respuesta a su ambiente. Los hay más rústicos, hipertecnológicos, de madera, de piedra. A Wenders le pareció que allí confluía algo más grande: entonces, decidió rodar un largometraje en el poco tiempo del que disponía, 16 días.
Pero el realizador sabía que, con la premisa de una historia alrededor de los baños públicos, nadie iría al cine a menos que contara con un actor muy especial: el elegido para la tarea es Koji Yakusho, actor de “Bailamos” y “Babel”, leyenda en Japón, que con una sutileza propia de su personaje, casi sin palabras, sin un gesto de más, consigue comunicar los matices de la historia imaginados por el guion de Wenders, la profundidad detrás de la simpleza que el realizador alemán aprendió del cineasta Yasujiro Ozu.
Y como el personaje, también el guión decide no decir más que lo necesario. Deja pistas, aquí y allá, para que sepamos que, tal vez, Hirayama no nació en los márgenes, sino que decidió irse hacia el margen de la sociedad, correrse de ese pulso arrasador del siglo XXI. Y refugiarse en el pasado, en lo analógico, lo descartado por la sociedad: Hirayama compra libros usados, escucha casetes donde suenan los himnos de los 60 y los 70 que componen una banda sonora invencible, y cada mediodía se sienta en un parque a almorzar y toma fotos con una cámara de fotos a rollo. Con ella captura el “komorebi”, el brillo tembloroso de la luz del sol entre los árboles, que nunca se repite más allá de ese instante. Es lo inasible: el protagonista quiere atrapar ese momento que siempre se está yendo, que ya se fue. Metáfora, tal vez, del arte para Wenders.
Pero también, claro, y más allá de las apropiaciones “light” de Occidente de este tipo de términos tantas veces tatuados, el komorebi es una metáfora de cómo Hirayama vive el presente con intensidad, cómo dedica cada momento de su atención al ahora, al instante. Una vida plena, sin la ansiedad del futuro, sin la culpa del pasado.
Un propósito noble, una decisión contra un mundo hostil, rapaz. Pero como la captura fotográfica del komorebi, también, finalmente, quizás un imposible: cuando el pasado se filtra, en la forma de una sobrina escapada de su casa, el orden monástico se agrieta.
LE PUEDE INTERESAR
Función final: Susana quiere hacer teatro en el país
LE PUEDE INTERESAR
Beatlemanía: se cumplen 60 años del desembarco del cuarteto en EE UU
Su decisión de vivir de otra manera, abrazado a los placeres simples, es valiente, y construye una película que es también un bálsamo al horror que nos rodea: una película silenciosa que, como su protagonista, busca la belleza en cada instante, incluso en los baños públicos, incluso en los almuerzos acelerados en el trabajo, sobre todo en los sonidos (una excepcional banda sonora y un bálsamo de silencio alrededor).
Pero, finalmente, ningún hombre es una isla, decía Hugh Grant que decía un poeta: Hirayama tampoco. Su rutina se revela como un ordenamiento frente al caos, como un escape, mientras el afuera golpea y golpea, busca entrar, genera grietas. Para mal, también para bien, en ese reencuentro con el otro, con el amor, en esa salida del confort.
Entonces: “Días perfectos” no es una película “buenista”. No es una película buenista, no es “un haiku”, como definieron algunas críticas (la mencionada moda del uso liviano de ciertas ideas orientales), un mero poema evocativo. O no es solo eso. Es además, diría ante todo, una película que debajo de lo simple de su puesta y su propuesta incomoda, se pregunta cómo se puede vivir en este mundo voraz, cómo podemos vivir (la misma pregunta se hizo Hayao Miyazaki, otro maestro japonés, en el título original de su última película, también en la cartelera). ¿No queda otra que irse? ¿Es la solución, realmente, el aislamiento, sólo podemos retraernos? ¿Es posible, además? Responde el silencio. A Wenders le gusta no decir las cosas.
Wenders filmaba la arquitectura de los baños públicos de Tokio, pero encontró algo más
En los días perfectos, perfectamente calculados, de Hirayama, donde no entran el amor ni otros riesgos, esa incomodidad, esa pregunta sin respuesta, nada sumergida, invisible. Los días perfectos que cantaba Lou Reed también tenían algo incómodo, en sus versos melancólicos y ebrios negados por el estribillo triunfante, en su ominoso final (“cosecharás justo lo que sembrás”, canta Lou). La Velvet también tenía melodías igualmente encantadoras y ambiguas: de fondo de esas canciones bellísimas, sonaba la viola de John Cale, “dronando”, emitiendo un ruido continuo apenas perceptible pero desestabilizante. Era, decía, “el ruido de la vida moderna”.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$670/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$515/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí