Resultado justo, el Lobo se refugió temprano y el León buscó sin pausa

El clásico 170 de la era profesional quedará en la memoria popular como aquel domingo soleado donde Nelson Insfrán atajó bárbaro, Eduardo Domínguez, sorpresivamente, decidió sacar de la cancha a su mejor jugador, Tiago Palacios; el Pata Castro dejó el sello de su indiscutida calidad anotando un auténtico golazo; Cristian Medina volvió a jugar de un modo en que no convence a la mayoría... y unas cuantas aristas más que matizaron la tarde haciéndola muy atractiva.

Después del fantástico recibimiento para el dueño de casa, el partido empezó mostrando mejor a quien tiene más calidad individual y superior nivel colectivo, pero a partir del cuarto de hora fue Gimnasia quien derrochó ideas claras y la intensidad que reclama cualquier hinchada del mundo.

Estudiantes se quedó mucho, no le dio buen resultado la decisión táctica de empezar con línea de tres/cinco defensores, Ezequiel Piovi se extravió en la batalla del mediocampo, Cristian Medina volvió a tener un tanto borroneado su fuego sagrado (desperdició dos pases al gol magníficamente cedidos por Tiago Palacios), y le faltó acompañar más y mejor a Guido Carrillo.

Gimnasia, desde la modestia de su plantel, supo crecer de modo constante y terminó el primer tiempo con una victoria parcial justa. El acierto a la red de Lucas Castro, bañado por la clase que lo distingue, enmendó varias, muchas, actuaciones flojas que venían poniendo en tela de juicio su continuidad en el once titular.

También merece un párrafo elogioso el atrevimiento del colombiano Piedrahita para encarar siempre y siendo partícipe indispensable en la gestación del alarido que sacudió el Bosque.

EL REPUNTE VISITANTE EMPEZÓ EN EL VESTUARIO, CON LOS CAMBIOS

Los ingresos de Cetré y de Neves por Funes Mori (muy inseguro) y Ezequiel Piovi (no consigue afirmarse como el mediocampista central) fueron esenciales para empezar a ver una versión dominante de Estudiantes.

El León fue otro en el complemento; mucho más ambicioso y decidido para llegar al arco rival.

Darío Herrera tuvo mucho trabajo con las amonestaciones. Se hizo respetar y no hubo polémicas

El empate (léase como gigantesco alivio) llegó con demora porque Cetré reventó el travesaño pateando apurado y por las varias y destacadas intervenciones del mejor jugador de la cancha: Nelson Insfrán.

El empate fue justo. Gimnasia no supo cómo aguantar la ventaja que había conseguido como consecuencia de un repunte genuino y decidió refugiarse en su campo muy temprano. Estudiantes, por su parte, desperdició casi un tiempo completo eligiendo una figura táctica que no le rindió. Haber defendido con 3/5 de ningún modo lo hizo más seguro ni confiable en su retaguardia.

Por riqueza de plantel y por la ambición que le demanda su gente, Estudiantes estaba obligado a atacar más. Así lo hizo y consiguió, por peso específico de sus individualidades y por tenacidad, el alivio que le permitirá seguir, más o menos tranquilo, con su agitada agenda competitiva.

Si Estudiantes hubiera perdido los reproches no se habrían minimizado por la notable cantidad de situaciones de gol que supo generar. No se lo iban a perdonar y Eduardo Domínguez la hubiese pasado mal.

El fútbol cobija ideas, creencias, decisiones, gustos, pálpitos y, siempre, al factor de la suerte entre sus ingredientes infaltables.

El partido de ayer permite elaborar distintas lecturas. Con sólo repasar los dichos en conferencia de prensa de ambos entrenadores queda claro, una vez más, que la subjetividad permite análisis y miradas que suenan casi opuestas.

DIEGO FLORES ESCUCHÓ QUEJAS, PERO ESTÁ MÁS LEJOS DE IRSE

Con sólo recordar el rendimiento mens sana frente a Deportivo Riestra, a Sarmiento de Junín y, en líneas generales, ante Talleres en Córdoba, brota, nítido, el repunte colectivo.

Giménez por Tiago fue una “locura” de Domínguez que le salió bien. Metió al que igualó la historia

Fue intenso y le generó seis situaciones de gol a un rival superior. Eso ya eleva las bajas calificaciones que venía arrastrando. El ciclo no es ninguna maravilla y está a una distancia grande de convencer, pero hoy no es un lunes que se “prende fuego” con las críticas hacia el entrenador.

LOS COTIZADOS REFUERZOS SIGUEN SIN PAGAR SU DEUDA DE EFICACIA

¿Cuándo van a dar lo que se espera de ellos los que llegaron durante el último mercado de pases?

La lista que componen Medina, Alario, Piovi, Funes Mori y Farías tiene la silueta de una legión de hombres caros y hasta ahora muy poco eficientes.

Al Pincha lo sostienen siempre los mismos y ayer lo llevó al umbral de la calma la certera aparición de Luciano Giménez (a quien eligió el entrenador antes que a Alario, en lo que refleja una clara valoración de la actualidad de ambos).

A partir de hoy, cada uno vuelve a su juego, a su realidad. Gimnasia sabe que el ciclo de Flores sigue débil y tendrá que fortificarlo jugando como en el primer tiempo. Estudiantes sigue desconcertante. Desde hace mucho defiende sin sentirse seguro y no encuentra la fórmula de remediarlo.

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