Los cigarrillos encienden una nueva polémica por sobreprecios

Mientras la ola de aumentos no para de subir, los cigarrillos encendieron un nuevo debate por la diversidad de precios sobre un mismo producto en kioscos y almacenes de la Ciudad. En este sentido, a pesar de que las tabacaleras tengan una lista de precios estipulada para la venta al público, en varios lugares su valor supera el 10% por ciento de lo acordado, generando dudas y malestar entre empresas y comercios.

“El cigarrillo no deja un margen de ganancia. Sólo atrae clientes que por venir a comprar un atado se terminan llevando otros productos. El negocio solo lo hacen las tabacaleras. Por eso, nunca podemos tener el mismo precio de lista que tienen ellos, porque de otros modo no ganamos nada”, confesó Martín, un empleado de un kiosco cercano a la estación de trenes.

El gasto extra del tabaco siempre apretó los bolsillos de los consumidores, quienes en muchos casos tuvieron que dejar de consumir sus marcas favoritas, para cambiar por otras más económicas y acordes a sus billeteras.

“Este mercado es muy variable. Un día te pueden comprar un montón y otro nada. Además, nosotros vendemos sueltos, con un valor de 200 pesos una marca no tan conocida y a partir de 300 las demás”, agregó Martín.

Usualmente, una caja de 20 unidades de una marca roja y blanca, se puede conseguir a partir de los $4.900 en kioscos, supermercados y almacenes de barrio, en contraposición del mismo producto en las estaciones de servicio que se consigue a $4.200.

Por otra parte, otra alternativa del mismo nombre, pero un poco más económica se consigue en los primeros locales a 2.400 pesos, a diferencia de los 1.700 en las estaciones.

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“Acá, siempre vienen los mismos clientes a comprar de a varias cajas, por ahí vienen y compran de a 5 ó 10, porque saben que está más barato que en los kioscos. Nosotros tenemos ese precio porque nos manejamos directamente con las tabacaleras”, confesó Milagros, empleada de una estación de servicio en 7 y 45.

En Argentina, la industria tabacalera está dominada por dos grandes empresas transnacionales, Philip Morris International (PMI) y British American Tobacco (BAT). Si bien, éstas producen la mayoría de los cigarrillos que se venden en el mercado interno, también existen otras locales más pequeñas y cooperativas.

Asimismo, son las tabacaleras quienes deben informar el valor final de los productos a la ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero), con la carga del “impuesto interno” del 73%. En los últimos días, la diferencia de precios que fijan las compañías y los kioscos abrió una investigación en el organismo.

Dentro de la ley, hay una zona “gris”, donde ARCA comprende que una variación menor al 20 por ciento entre el precio reportado por las tabacaleras y el de los kioscos no amerita su intervención, por lo que esos comercios pueden retocar los valores.