Balcón y tobillera: Cristina, con “salida” monitoreada

Finalmente, la Justicia autorizó a Cristina Kirchner a salir al balcón de su casa de San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, donde cumple la condena a seis años de prisión en el marco de la causa Vialidad, pero deberá hacerlo monitoreada con una tobillera electrónica que le fue colocada ayer. Tras la decisión judicial, anoche, poco antes de las 20, la expresidenta volvió a salir para saludar a la militancia.

En primer lugar, los jueces hicieron lugar al reclamo de la expresidenta para que el Tribunal Oral en lo Federal Criminal 2 (TOF 2) aclarara si entre las reglas de conducta que se le impusieron para evitar ir a la cárcel podía asomarse para saludar a los miles de militantes que se acercan a respaldarla desde su detención. De hecho, los magistrados le recordaron que nadie le prohibió utilizar ninguna instalación de su departamento, pero le exigieron que actúe con “prudencia y sentido común” para evitar alterar la tranquilidad del barrio. Además, ratificaron que la titular del PJ deberá ser controlada por un dispositivo electrónico.

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En una primera resolución, los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Gimenez Uriburu sostuvieron que “el tribunal no ha vedado el uso y goce de ningún espacio específico de la arquitectura del inmueble en el que habita”, pero advirtieron que “se espera de la solicitante el criterio, la prudencia y el sentido común suficientes para discernir en qué contexto el uso del balcón resultará una acción inocua y en cuál podrá implicar una perturbación para la tranquilidad y la convivencia pacífica del vecindario y sus habitantes (única y exclusiva situación que se pretende proteger con la regla de conducta en cuestión)”.

“PRUDENCIA Y SENTIDO COMÚN”

El tribunal respondió así al pedido presentado por el abogado defensor de Cristina, Carlos Beraldi, quien había solicitado que se despejaran dudas sobre el uso o no del balcón. Además, la propia expresidenta había cuestionado que no la dejaban salir en redes sociales y en un mensaje de audio que se escuchó en la marcha que organizó el peronismo el miércoles en Plaza de Mayo. También la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, había dicho que por “determinación judicial” la exmandataria tenía prohibido asomarse al balcón de su casa.

Ayer los jueces dijeron que eso no era cierto, que no rige para Cristina ninguna condición que le impida salir al balcón, siempre y cuando no perturbe la tranquilidad del barrio y se maneje “con criterio, prudencia y sentido común”.

Con ello, los magistrados dieron “por aclarada la incertidumbre” planteada por la expresidenta.

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Por otro lado, el tribunal incorporó a la resolución la nota remitida por la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Seguridad Nacional, como así también los informes técnicos acompañados y, en virtud de ellos, dispusieron la colocación de la tobillera electrónica que habían ordenado en la resolución del 17 de junio último. De esta manera, rechazaron el pedido de Beraldi para que su clienta no fuera monitoreada.

De acuerdo a lo que reconstruyeron fuentes judiciales, técnicos del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich completaron la tarea y pasadas las 18 se retiraron del departamento en el que purga su pena la exmandataria, ahora con rastreo electrónico.

La tobillera fue colocada luego de que se hicieron estudios técnicos en la casa de la exvicepresidenta. Con los informes favorables en su poder, los jueces ordenaron “la colocación de un dispositivo de vigilancia electrónico respecto de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, en el domicilio oportunamente informado a ese organismo”.

La Justicia le notificó el cómputo de la pena, que concluirá el 16 de junio de 2031

La nota fue enviada a la directora de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Seguridad Nacional, Regina Victoria Zaffireau, que cumplió la orden en la tarde de ayer.

Según se precisó fuentes judiciales, además de la tobillera, el sistema de seguimiento que se le aplicó a la exjefa de Estado inocorpora además dos celulares: uno que puede sonar a cualquier hora del día y debe ser atendido por Cristina; y otro teléfono que controla que no salga del radio determinado. Si viola el arresto domiciliario, dispara un alerta a la central y se activa el procedimiento para detener a la exmandataria.

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Si bien la disponibilidad de tobilleras es hoy limitada, fuentes oficiales habían confirmado que había stock para la expresidenta.

Además de ratificar el uso de la tobillera electrónica, la Justicia le notificó ayer a Cristina Kirchner el cómputo de su pena, la cual concluirá el 16 de junio 2031.