El PJ bonaerense, entre la formalidad y una disputa interna que no cesa

El peronismo cumplió con la formalidad de llamar a su Congreso partidario, encargado de definir las alianzas de cara a las elecciones del 7 de septiembre. En San Vicente y presidido por Máximo Kirchner, el encuentro del PJ bonaerense volvió a dejar al descubierto la dura disputa interna que se libra entre el kirchnerismo y el sector que lidera Axel Kicillof.

La reunión estaba prevista para las 11 pero arrancó tres horas después. En el medio, pasaron cosas: reuniones separadas entre los dos grupos en pugna y una pelea que si bien no parecía de fondo, en lo simbólico significaba mucho.

El renovado clima de tensión se generó a raíz de la decisión del kirchnerismo de que el Congreso partidario convocado para el próximo sábado se realice en Merlo. El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, exigió que se realizara en su distrito, tal como ocurrió la última vez.

El trasfondo de la elección de la sede es más pesado que sólo una cuestión de localía. En Merlo gobierna Gustavo Menéndez, un alcalde enrolado en el kirchnerismo. Espinoza, en cambio, es una de las principales espadas del Movimiento Derecho al Futuro que lidera Kicillof y además es el presidente del Congreso.

Ese cónclave está convocado para el próximo sábado. Cambiarlo de sede hubiera generado inconvenientes administrativos para poder realizarlo. Fuentes al tanto de las negociaciones dijeron que el Congreso debe llamarse con 8 días de antelación, de manera tal que, con trámite exprés, recién se hubiera podido realizar el 8 de este mes, apenas un día antes del cierre del plazo para la presentación de las alianzas. La queja de Espinoza era que la sede de Merlo había sido una elección inconsulta.

En el encuentro de San Vicente no participó Kicillof porque no es miembro del consejo del PJ. En cambio, estuvieron presentes varios de sus alfiles como el propio Espinoza, la vicegobernadora Verónica Magario, el platense Julio Alak y el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque.

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Por el lado del kirchnerismo y La Cámpora cantaron presente, además de Máximo Kirchner, el diputado Facundo Tignanelli y los intendentes Federico Otermin (Lomas de Zamora), Mariel Fernández (Moreno), entre otros.

NEGOCIACIONES POR LAS LISTAS

Mientras se transita la parte administrativa del acuerdo que busca tejer el peronismo las tensiones y diferencias en torno del armado de las listas, persiste.

Existen diversos conflictos sin resolver. El Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof cree que la negociación debe ser entre dos sectores: el propio y el que representan La Cámpora y sus aliados.

En esa categoría ubican al Frente Renovador de Sergio Massa y al sector que lidera Juan Grabois. Ese mismo argumento utilizan para reclamar que haya dos apoderados: un kicillofista y otro camporista, ya que de otra forma cerca del Gobernador consideran que quedarán en minoría a la hora de definir conflictos por las listas.

Esta pretensión es rechazada tanto por el kirchnerismo duro como por el Frente Renovador, que se asumen espacios diferenciados.

El otro foco de tensión tiene que ver con el armado de las listas, íntimamente vinculado a la discusión anterior. El kicillofismo sostiene es mayoría a partir de los 44 intendentes con los que cuenta y el control de la Gobernación. Por eso, reclama el 50 por ciento de las listas en las ocho secciones electorales.

El massismo exige división en tres tercios. La Cámpora, por ahora, hizo saber que la pretensión del Gobernador es demasiado ambiciosa. La discusión sigue abierta.
Existe, con todo, matices que podrían ser tomados en cuenta a la hora del reparto. Por caso, en la Tercera (sur del Conurbano), hay una mayoría de intendentes que reportan a Kicillof. En la Séptima (centro de la Provincia) La Cámpora pisa fuerte ya que controla los municipios de Olavarría y Azul. En la Sexta, en cambio, el Frente Renovador exhibe un buen desarrollo territorial ya que gobierna Tres Arroyos y otros tres distritos del sudoeste.

La Tercera, la sección donde más chances de ganar tiene el PJ, es escenario de una disputa particular. En las últimas horas comenzó a trascender que Máximo Kirchner no querría encabezar la lista de diputados, acaso para promover a la también camporista e intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

Es un nombre que genera rechazo entre varios aliados a Kicillof como el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y su par de Berazategui, Juan José Mussi, que promoverían otro candidato.

En lo que en principio habría consenso es que los intendentes peronistas tendrán el manejo del armado de las listas en sus distritos. Habrá que ver qué espacios están dispuestos a ceder en procura de la unidad que se negocia.

Ese esquema tendría que ver con la decisión de no habilitar listas colectoras y, al mismo tiempo, evitar que algunos intendentes del kicillofismo cumplan la amenaza de ir con listas municipales si los obligaban a abrirle lugares a La Cámpora.

Luego del Congreso del sábado, quedarán apenas dos semanas para definir la integración de las listas. En el medio, se cruzan sospechas y especulaciones. Si bien se suceden las reuniones en busca de la unidad, el escenario de una posible ruptura también sobrevuela el firmamento peronista.